Según las estadísticas de homicidios en Medellín, en lo corrido del año, van casi 400 homicidios, siendo las comunas 13, 1, 4, 5, 7 y 8 las de más impacto .
A diario leemos en la crónica prohibida del miniperiódico queubo-niño feo de El Colombiano, noticias sobre vacunas extorsivas, asesinatos, atracos callejeros, fleteo en barrios, límites imaginarios que son "muros invisibles", impuestos por la ilegalidad y casos múltiples de solución agresiva de cualquier conflicto por minúsculo que sea.
Las más de 200 bandas y pandillas delincuenciales que asumen un modelo compartido de seguridad en al ciudad, imponen sus condiciones de ilegalidad y seguridad; la policía batalla sin resultados estratégicos y el Secretario de Gobierno balbusea "babosadas" a diestra y siniestra, sin lograr credibilidad alguna.
Los 85 homicidios por 100 mil habitantes, enrostra la cruda realidad, de un tema que ya es el que más preocupa a la ciudadanía, en conjunto con el del desempleo y ante el cual se siente impotente y ve a unas autoridades fracasadas e ilegítimas...
La campaña electoral entonces hacia el piso 12 de la alcaldía, adquiere una altísima importancia y compromete nuestro mejor esfuerzo y claridad conceptual, buscando que el próximo alcalde sea experimentado y claro con el tema de seguridad, orden público, paz y convivencia...a ello, aplicaremos nuestros mejores esfuerzos desde nuestra trinchera de civilidad, transparencia y democracia...
Tristemente, los intereses politiqueros de unas minorías han logrado permear al más alto nivel la administración del municipio; si lugar a duda y, no dejando de lado la corrupción de periodos anteriores, en los últimos periodos la ciudad a presentado un crecimiento notorio en materia de vandalismos, y delincuencia común; la policía tristemente, y en mucho más de lo que quisiera admitir, hace parte de esta delincuencia; esto claro está sin dejar de lado la labor de algunos pocos que si hacen bien su trabajo. Sin embargo los gobernantes salientes, ocultan la verdad corrupta que los antecede, y perdónenme la expresión pero se “comen” el pueblo con jeans tenis y camisetas; la verdad es que toda la culpa de esto no la tiene el sabueso desfigurado que está administrando a sus anchas el erario del pueblo paisa, ¡no! , la tiene la ciudadanía que se deja comprar y se queda callada con estas situaciones.
ResponderEliminarHoy en día las alcaldías son como un reinado de belleza, donde no importa lo inteligente, lo capaz; donde no importa la eficiencia de un proceso, ni importan los resultados, como tampoco la cantidad de “quirófanos por los cuales han pasado”, solo importa mostrar la corona en sus cabezas; y así pues volvemos al mismo punto de partida de ese círculo vicioso que parece no interrumpirse nunca.
Es hora de marcar la diferencia; hay que velar por las necesidades de un pueblo desfavorecido, por un pueblo donde la desigualdad es el pan diario del cotidiano vivir, y que tristemente los administradores públicos no han querido darse cuenta que esto es lo que genera la delincuencia, se requieren soluciones que ataquen la raíz del problema, no las consecuencias; ahora yo me pregunto, ¿en realidad ellos no lo saben; o más bien se hacen los miopes?; y si así es, la otra pregunta es ¿detrás de que están?